Expresiones idiomáticas en inglés y en español: ¿el zorro pierde el pelo o el leopardo, las manchas? (Primera parte)
Isolda Rodríguez Villegas
Hay una frase atribuida a G B Shaw que afirma que Inglaterra y Estados Unidos son dos países divididos por una lengua en común. Sabido es que una misma lengua, hablada en países diferentes, tendrá distintos giros idiomáticos y expresiones fijas que muchas veces no serán compartidos entre ellos. ¿Qué sucede entonces con dos lenguas diferentes? ¿Comparten elementos en común o no? Por supuesto, para conocer la respuesta, ante todo deberemos tener conocimiento de ambos idiomas en estudio. En este artículo, nos proponemos presentar una breve descripción de similitudes y diferencias entre el inglés y el español a través de un pequeño corpus de expresiones fijas.
Veamos qué sucede. Si tanto en inglés como en español nuestra vida no es de las mejores, haremos mención sin dudas a que llevamos ‘una vida de perros’ o ‘a dog’s life’. Si estamos asustados por algún motivo, diremos tanto que ‘tenemos la cola entre las patas’ como que ‘we have our tail between our legs’. Si, por el contrario, no se trata de temor sino de bravura, tanto tomaremos el ‘toro por las astas’ como ‘the bull by the horns'. Tendremos la cautela de saber que ‘gato con guantes no caza ratones’ y que ‘a cat in gloves catches no mice’. Y, cuando nos regalen algo, recordaremos que ‘a caballo regalado no se le miran los dientes’ del mismo modo que ‘you shouldn’t look a gift horse in the mouth’ y, así, no seremos descorteses.
De todas formas, ‘no todo lo que reluce es oro' y ‘everything that glitters is not gold’. Sabemos que en español ‘el zorro pierde el pelo pero no las mañas’, pero que en inglés no es el zorro sino el leopardo el que no cambia las manchas (‘a leopard can’t change its spots’). Si decimos a un niño angloparlante que los ratones le han comido la lengua, de seguro nos corregirá y nos dirá que no han sido los ratones sino el gato (‘Has the cat got your tongue?’). Y si le contamos que los gatos tienen siete vidas, una vez más nos hará notar que no son siete sino nueve las vidas de este prodigioso animal (‘a cat has nine lives’). Al mismo tiempo, si para hacer referencia a un asunto turbio le decimos a un angloparlante que ‘aquí hay gato encerrado’, sin dudas nos mencionará que lo que está encerrado y huele mal no es un gato sino una rata ('it smells a rat’). (Continuará...)